Fecha: 2019-03-22 09:00:47
Autor: Netjet
Los residuos que se producen en las ciudades y pueblos deben tratarse de cara a su desechado, o bien a su reutilización. Por un lado, los residuos sólidos. Por otro, las aguas y lodos. No suelen tratarse de la misma forma. Ni tampoco en las mismas instalaciones. Pero el resultado es el mismo: parte de los elementos tratados se desecharán de manera adecuada en una planta de tratamiento de residuos para evitar contaminación, y otra parte, aguas incluidas, se reciclarán para su uso posterior.
En el primer caso, los residuos pueden incinerarse, y lo reciclable, enviarse a una planta de reciclado. En el caso de las aguas, lo primero que se produce, a través de varios pasos, es la separación del agua de los residuos que hay en ella, para su posterior tratamiento. Una vez tratada pasa a otra red de canalización, para darle distintos usos. Por ejemplo, para el riego de calles o para su uso en fuentes públicas. Pero hasta entonces, debe pasar por diversos procesos, que muchos ignoran. A continuación, esbozamos cómo funciona una planta de tratamiento de residuos.
Cómo funciona una planta de tratamiento de residuos
Tal como hemos mencionado, las plantas de tratamiento de residuos funcionan de manera distinta si se trata de plantas que tratan residuos sólidos o aguas residuales. En cualquier planta de tratamiento de residuos sólidos, lo primero que se hace es descargar los residuos, que se habrán transportado desde su lugar de origen en vehículos específicos para ello. Estos residuos se vacían en un embudo de grandes dimensiones, que lleva los residuos a la zona de tratamiento.
Para ello se utiliza una cinta, que lleva los residuos a una zona en la que hay cuchillas que desgarran los plásticos que pueden envolver los residuos. De esta manera, sale su contenido y cae a otras cintas, en las que se clasifican y separan. En este momento es donde se decide si son aptos para reutilizar, que son los que se enviarán más tarde a una planta de reciclado, o se desechan y pasan a una incineradora. Cabe también destacar que en estas plantas se utilizan desodorizadores, para evitar los malos olores procedentes de los residuos orgánicos.
Funcionamiento de una planta de tratamiento de aguas residuales
Además de los residuos sólidos, también hay plantas encargadas de filtrar las aguas residuales, como hemos visto. Básicamente, lo que se hace en estas plantas es ir separando el agua de los residuos sólidos o semisólidos que lleven. Una vez en la planta, el agua va pasando por distintos puntos con elementos separadores que permiten su tratamiento. Entre procesos, las aguas suelen esperar hasta llegar al siguiente proceso en estanques.
Entre estanque y estanque, el agua con los residuos va pasando por diversas cámaras, en las que se llevan a cabo distintos niveles de filtrado. A través de ellos, cada vez se van quedando aparte del agua partículas más pequeñas. Tras pasar por estos niveles de filtrado, el agua se estanca. Entonces, los restos ya prácticamente microscópicos que quedan en el agua se depositan en el fondo. Separados los residuos, el agua pasa ya por varios procesos.
El agua ya está prácticamente lista para su pase a la red de reutilización de agua reciclada. Sólo faltan unos tratamientos químicos para eliminar los restos de residuos del agua. Por último, se revisa su composición para asegurarse de que el filtrado y el tratamiento han tenido éxito. Si es así, el agua se canaliza para poder utilizarse de nuevo.