Fecha: 2019-10-11 08:36:37
Autor: Netjet
¿Qué es la cal?
Problemas de presión, consumo elevado, malos sabores, ropa amarillenta o piel reseca, son algunos de los indicios que apuntan a que existe un exceso de cal en tu hogar. La cal es una de las principales causas que provocan un mal funcionamiento de las tuberías y se calcula que un 80% de los hogares españoles presentan complicaciones de este tipo.
La cal es una sustancia alcalina constituida por óxido de calcio (CaO), de color blanco o blanco grisáceo, que al contacto del agua se hidrata o apaga, con desprendimiento de calor, y mezclada con arena forma una masa o mortero de cal.
Si el agua procede de terrenos asentados sobre roca caliza, será agua “dura”, es decir, tendrá un alto contenido en cal, porque cuando el agua de lluvia se filtra en un suelo calcáreo, se lleva consigo parte del mineral disuelto en ella. El proceso por el que esta cal disuelta en el agua acaba convirtiéndose en sarro incrustado en nuestras tuberías, cacharros o calentadores es simple: al hervir el agua, el calcio se desprende de la solución y se adhiere a las paredes del recipiente que las contiene.
La denominada agua dura contiene una elevada concentración de calcio, y cuanto más calcio hay en el agua, más dura es el agua y mayores son los problemas.
La cantidad de cal que contiene el agua depende del lugar geográfico. En regiones en las que el agua “es dura” existen innumerables problemas relacionados con la cal causando a menudo la obstrucción de circuitos y tuberías.
¿Cómo se forman las incrustaciones de cal?
El agua calcárea o “dura”, empieza a dar problemas cuando sus carbonatos no solubles se incrustan en las tuberías. Estas formaciones son más proclives en aquellas instalaciones por las que circula agua caliente como el calentador, la lavadora, el lavavajillas y las tuberías. Cuanto más alta es la temperatura de la superficie, más se desarrollarán las incrustaciones de cal. Los lugares problemáticos más frecuentes son los calefactores, los calentadores de agua, etc.
La cal comienza a acumularse en cuanto el agua dura empieza a circular a través de un tubo. El calcio contenido en las aguas sin tratamiento cristaliza, convirtiéndose en una estructura adherente. Estos cristales se adhieren entre sí en las superficies, produciendo incrustaciones calcáreas sólidas que tienen consecuencias destructivas.
Las incrustaciones de cal se desarrollan aún más cuando la presión del agua varía. Esto ocurre cuando el agua cambia de dirección en una curva o intersección. De esta forma, se produce una turbulencia, o cuando sale de la tubería por un grifo. Esta disminución de la presión aumenta la formación de cristales de calcio, formando una especie de rebaba que se adhiere a cualquier superficie.
Si tienes este tipo de problemas en tus instalaciones de aguas y quieres hacer frente a ellos, no dudes en contactarnos.