Fecha: 2018-07-23 09:00:20
Autor: Netjet
Cuando hay un problema con una tubería, lo más normal es echarse a temblar ante la perspectiva de una obra. Sobre todo, cuando todo indica que la obra va a ser de bastante envergadura. Pero la reparación de una tubería no tiene por qué conducir necesariamente a una obra. Porque se pueden reparar tuberías sin obras.
Evidentemente, esto no sucede en todos los casos. Habrá situaciones en las que será necesario hacer una obra para poder hacer la reparación correspondiente. Pero para la mayoría de problemas, no será necesario escuchar la temida frase: “hay que abrir”. ¿Quieres saber cuándo y cómo se pueden reparar tuberías sin obras?
La reparación de tuberías sin obras es en la actualidad el sistema más rápido y cómodo para reparar las tuberías de la red de saneamiento, sin abrir zanjas ni hacer ningún tipo de obra.
No es necesario romper el pavimento ni abrir zanjas, ya que se accede al interior de la tubería desde un pozo o arqueta existente, y todo el trabajo de reparación se realiza desde el interior del tubo. Así se reduce el tiempo de ejecución y se eliminan las molestias derivadas de la pocería tradicional.
Reparar tuberías sin obras: cuándo hacerlo
Uno de los problemas más habituales en las tuberías es la apertura de grietas, agujeros, rajas, etc. En estos casos, los avances de la tecnología en el sector han permitido que no sea necesario abrir la pared donde está. Ni para localizar el punto en el que se está produciendo la filtración ni para efectuar la reparación. Lo mismo sucede cuando una tubería está abollada y genera un cuello de botella. O cuando hay un atasco. Todo gracias a diversos sistemas que permiten trabajar en el punto donde está la incidencia. Pero antes hay que detectar dónde se produce.
Conocido en el sector como sistema de packers. La técnica del Part-Lining consiste en inspeccionar previamente, mediante cámara de TV, la tubería a rehabilitar para detectar la patología existente. Una vez localizado el defecto, se introduce en el tubo un packer y se coloca en la posición de dicho defecto.
Para ello es necesario introducir una cámara especial por las tuberías, y que transmita la imagen al exterior para poder comprobar el estado de la tubería. Una vez encontrado el problema toca identificar de qué avería se trata y qué sistema se ha de emplear en su reparación.
La reparación de tuberías de saneamiento sin apertura de zanja está especialmente dirigida para rehabilitar tuberías en espacios o edificaciones en los que por sus características especiales no es posible o no es conveniente realizar apertura de zanja, como por ejemplo edificios históricos, entornos protegidos, etc.
De igual manera su aplicación está indicada en el sector industrial o en locales comerciales, ya que gracias a la rehabilitación de tuberías sin obras no es necesario parar la actividad comercial. Por supuesto, puede aplicarse en cualquier red de saneamiento que necesite una reparación, ya sea una comunidad de propietarios, empresas, o clientes particulares.
Qué sistema utilizar para reparar tuberías sin obras
Para decidir qué sistema hay que utilizar para reparar tuberías sin obras hay que tener en cuenta tanto el tipo de avería como el diámetro de la tubería a reparar. Por ejemplo, en el caso de tuberías de entre 10 y 120 mm, se puede utilizar un sistema denominado Part-Lining. Con él se introduce una manguera neumática envuelta en fibra de vidrio resinada. Cuando se llega al punto en el que hay que hacer la reparación, la manguera se hincha y queda pegada al interior de la tubería.
Entonces, la resina que la cubre se queda pegada a sus paredes. Transcurrido un tiempo, esta resina fraguará y se convertirá en una capa sólida que recubre la tubería. Y la fibra de vidrio se habrá asentado sobre sus paredes. Ya sólo hay que deshinchar la manguera y sacarla. La avería está resuelta.
Para tuberías de las mismas dimensiones, pero que tengan elementos incrustados, o que presenten codos, se puede utilizar una fresadora mecánica especial, con un sistema rotatorio que gira por el interior de la tubería y arranca las incrustaciones. Para insertarla en su interior se procede de la misma manera que con el sistema Part-Lining. Pero también hay robots fresadores para reparar tuberías de mayores diámetros sin obras. Con ellas se puede desde cortar raíces en tuberías situadas en el subsuelo hasta retirar hormigón, que en ocasiones se echa por las tuberías y dificulta su evacuación.
La fresadora robotizada utiliza una camisa de fibra de vidrio que quedará sujeta gracias a una resina especial. Los técnicos situarán la fibra y la resina sobre un machón hinchable de caucho (packers) y esos serán los materiales que queden adheridos a la tubería para garantizar la estanqueidad de la misma. La resina, al adecuarse completamente al aspecto de la tubería, sella las zonas afectadas, construyendo una película impermeable en torno a esta y la fibra de vidrio para evitar nuevos escapes.
En el caso de que las tuberías tengan dos metros de diámetro o menos, se puede utilizar el sistema de manga continua para efectuar las reparaciones. Para ello se inserta una manguera neumática en su interior, co poliéster resinado en su exterior. Una vez insertada en la tubería, la manguera se hincha y, como sucede con el sistema Part-Lining, la resina y el poliéster quedan pegados a sus paredes. Cuando se seca, la tubería recupera de nuevo la estanqueidad.
El sistema de manga contínua es una técnica totalmente respetuosa con el medio ambiente, ya que tanto el tejido de la manga como las resinas a las que va impregnada carecen de agentes contaminantes. Por último, conviene destacar que la reparación con manga continua disfruta de una buena relación calidad-precio, sobre todo si se tienen en cuenta todas las ventajas que conlleva.
¿Tiene inconvenientes hacer una renovación tuberías sin zanja?
La respuesta es NO. La renovación de tuberías sin zanja ha supuesto “un antes y un después” en las obras de reparación de tuberías. Hace unos años cuando se producía una avería en la red de saneamiento era necesario abrir una zanja tanto para ofrecer un diagnóstico del problema como para solucionarlo, pasando inevitablemente por las molestias que generan las obras (ruidos, polvo, cortes de calles, etc.) y los sobrecostes. Hoy en día gracias a los sistemas sin zanja podemos diagnosticar y reparar sin ocasionar molestias y en un tiempo record, lo que a la larga, supone un ahorro en los costes.